Creo que es verdaderamente difícil encontrar alguien con quien de verdad puedas hablar. Me explico: no me refiero al simple hecho de hablar de cosas triviales, ni tampoco al de tener a alguien quien revelarle tus más oscuros y vergonzosos secretos. Nada de eso. Alguien con quien puedas hablar largo y tendido de cualquier cosa, y cuando digo cualquier cosa puede ser desde la más absurda y friki a la más seria y trascendental. Alguien con quien poder compartir todas las locuras que pasan por tu cabeza, y el tipo de temas que no te atreverías a tocar con el resto. Afortunadamente las he encontrado. No son muchas. Podría contarlas con los dedos de una mano. Pero no las cambiaría por nada en el mundo. Y no sabéis cuanto me alegro por ello. Poder compartir una charla con ellos es poco menos que una bendición. Muchas veces pienso ¿por qué resulta tan arduo encontrarlas? ¿estaremos abalanzándonos sin freno por el camino de la frivolidad? ¿dónde ha quedado la inquietud, las ganas de saber, la curiosidad? ¿nos hemos convertido en una sociedad cómoda? Por desgracia creo que todas esas preguntas encuentran en el sí la respuesta adecuada. Pensadlo, ya nadie lucha por sus ideales, ni moriría por sus principios (en el hipotético caso de que aún los tenga). Me encantaría haber nacido en otra época, otra muy distinta a la que me ha tocado vivir. Sé que en cuanto a facilidades, recursos y oportunidades no puedo quejarme, soy una privilegiada, pero...¿qué hay de lo otro? No todo se basa en lo material, ni en las apariencias ¡a la mierda con todo eso! Así no llenaremos el vacío que nos persigue, lo hacemos aún más profundo.

Sí, así es como me he despertado hoy. Y entre salir gritando a la calle solo llevando una pancarta y escribirlo aquí, me he decantado por la segunda opción (hace demasiado frío). En fin, después de dar rienda suelta a mis pensamientos os dejo con un grupo que no muchos conocen: Summer Camp. Indie, retro, electro-pop... llamadlo como queráis. Pero sea lo que sea lo tiene. Estas son Better off without you y Down.
¡Adiós bitches!
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