Reíros si queréis, llamadme loca, ¿pero quién puede resistirse a algo así? En fin, así concluyo con este vaticinio de mi futuro. Ya me callo.
Ayer vi I'm not there, una película de lo más surrealista y peculiar, pero fascinante. La mejor forma de mostrar las múltiples facetas del gran Dylan. Lo que daría por estar unos minutos en su mente, ver el mundo como lo hacía en aquel tiempo, y vivir en su persona el proceso de dar cabida a todos esos pensamientos tan profundos en una sola canción. Estoy segura de que hay muchos así, aunque quizá aún no lo hayan descubierto. Personas de sensibilidad inaudita y rebosantes de ideas. ¿Serán los perezosos así?
¡Adiós bitches!


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