domingo, 28 de octubre de 2012

R de René

René abre el bálsamo labial. Carmex, sabor cereza. Un amigo suyo le dijo una vez que era adictivo, que una vez lo probase ya no querría comprar ningún otro. Todavía no le había surtido efecto, o quizá solo se tratase de alguna leyenda urbana. Aún no lo había acabado así que ya pensaría qué hacer cuando llegase el momento. Seguramente compraría otro igual.
Deja el libro en la mesilla, Twelve, de Nick McDonnell. No sabe cuántas veces lo ha leído ya. Le parece sencillamente sublime.
Mientras se dirige al baño oscuras piensa en lo mucho que le gustaría escribir así. Debe hacer una reseña de algún libro para la clase de literatura, pero no será de Twelve. Su profesora es vieja y siempre lleva algo violeta y muchos perjuicios. Todavía no sabe cuál eligitrá.
Lo mejor de ser escritor es ver tu libro en el estante de laguna librería o ver a alguien leyéndolo en el metro. Puedes escribir durante toda la vida y en cualquier lugar. En una buhardilla de París, por ejemplo. Lástima que no hable francés, piensa.

   


¡Adiós bitches!

martes, 9 de octubre de 2012

POL

Lo siento, llego tarde. No os imagináis cómo estaba el tráfico. Además el autobús se averió. No arrancaba. No se abrían las puertas. Domingo, el perro de una anciana, mordió el abrigo de otra que venía de hacer la compra. El abrigo era nuevo y ella no había encontrado atún en oferta. Una niña lloraba desconsolada mientras su niñera sacaba peluches de una mochila. Pero la niña no quería juguetes y la niñera no quería cuidar a la hija de otra. Un hombre con maletín hablaba por teléfono móvil, una conversación que dejaba de ser privada a medida que los sollozos aumentaban.
Pero tranquilos, yo estaba bien y escuchando a Polock.
Canciones frescas, ligeras de escuchar y ritmos pegadizos. Me recuerdan a Phoenix y un poco a Vampire Weekend y su cantante tiene el pelo de Bob Dylan. Mi tema preferido sin duda, hasta ahora, Sometimes, pero aún me queda mucho por descubrir de estos chicos.



¡Adiós bitches!